¿SE LEVANTARÁ LA RAZA HUMANA DE RODILLAS?

En 1902, en la isla de Saint-Pierre 1902, el volcán Mont Pelee entró en erupción. Una gran nube densa de gases se elevó sobre el volcán, alcanzando una altura de 400 metros, la nube se incendió y explotó.

En un segundo, 20.000 personas murieron, solo un hombre sobrevivió, un prisionero en una celda profunda. La tierra estaba quemada hasta los huesos. Pareciera que la vida en la isla nunca regresará, pero no solo regresó rápidamente.

Todo lo que desovaba en la isla era de gran tamaño, desde plantas hasta animales. Alguna fuerza extraña estaba trabajando aquí, modificando la matriz biológica de todos los organismos vivos.

Se envió una expedición a la isla para investigar este milagro. Durante el estudio, el Dr. Jules Graverue, jefe de la misión, creció 6,5 cm a la edad de 59 años sin ningún daño para su salud. Del mismo modo, su asistente, el Dr. Rouen, también de 59 años, creció 5 cm.

Hay dos posibilidades, o el volcán abrió la puerta a una frecuencia atrapada dentro de la Tierra, o una alta nube de gases encendidos quemó un agujero en el ozono y alguna radiación del espacio llegó a la Tierra.

La radiación de la Galaxia Seyfert ha sido confinada por la corteza desde su formación, o ha llegado a la Tierra a través de un agujero quemado en la atmósfera por el volcán. Este mecanismo explica la aparición de Hombres Gigantes y Dinosaurios.

En su libro "Inside Africa", John Gunther afirma que los gigantes viven hasta el día de hoy en Sudán, Maasai en Kenia y Watusi en Ruanda - Burundi. Gunther llamó a esta raza de estas personas muy altas y delgadas los Nilots. Se han encontrado huellas fósiles de pies gigantes en Australia.

Durante las excavaciones dirigidas por Rex Gilroy, director del Museo de Historia Natural de Victoria, se excavaron en el suelo garrotes, morteros, hachas, cinceles, cuchillos y punzones, con un peso de entre 2,5 kg y 10 kg. Se calculó que la altura de las personas que usaban un conjunto de electrodomésticos de este tipo tenía que ser de 3 a 3,5 metros, y el peso de 200 a 240 kg.

Lo que observamos a nuestro alrededor no es más que una feroz lucha entre quienes han ganado poder y fortuna proclamando la agencia divina directa, la participación exclusiva de Dios en la creación de nuestro mundo, y quienes, guiados por los logros de la ciencia, confían cada vez más en que es el trabajo de una civilización avanzada tratando de probar estas palabras mediante la creación de procesos divinos a través de tecnología avanzada.

Estos últimos, convencidos de que somos creación de criaturas semejantes a nosotros, quieren ocupar el lugar de los Dioses en la Tierra y controlar la vida en nuestro planeta. Es por esta razón que nuestra civilización dio un giro brusco hacia la tecnocracia, un poder basado únicamente en tecnologías hechas por el hombre.

No creo que tenga que explicarle a nadie que la guerra de la que somos víctimas es una guerra religiosa, se trata de la liquidación de todas las religiones, pero alguien que piense que el derrocamiento de la religión va a ir acompañado de una profunda transformación de nuestro mundo es otra Gran Mentira, antes la humanidad se arrodillaba ante un Dios creado, ahora tiene que arrodillarse ante la tecnología.

Los que luchan entre sí están completamente desprovistos de moralidad, sentimientos superiores, son genocidas llenos de orgullo, monstruos con piel humana, dispuestos a sacrificar incluso miles de millones de seres por poder y riqueza para derrotar al oponente y demostrar su superioridad.

Ahora entiendes, para los tecnócratas, somos como ganado, un trozo de carne, el fruto de la tecnología de una civilización muy desarrollada. Alguien que crea es dueño de la vida y de la muerte, entonces asesinar no es malo ni inmoral, porque ¿el inventor está cometiendo un acto inmoral al desarmar su máquina?

Quizá ahora comprendáis que todos estáis en peligro, que llegará el momento para todos. La élite es pequeña y debe usar a alguien, entonces usará mentiras, engañará, enfrentará a unos contra otros, favorecerá a algunos, echará veneno en sus oídos, condicionará su comportamiento, chantajeará, intimidará.

Para los tecnócratas, el mismo ganado es un sacerdote, juez, fiscal, abogado, oficial del ejército, servicios, policía o vagabundos, todos estos tontos tienen tareas planificadas por una pequeña élite de tecnócratas para realizar. Si preguntas por qué este reducido grupo de tecnócratas usurpa el derecho a ser Dios en la Tierra, escucharás:

¡¡RAZA HUMANA DE RODILLAS!!

Las religiones, por otro lado, son capaces de cualquier cosa por el "propósito superior" de la supervivencia de la religión. Hasta hace poco, eran extremadamente militantes, brutales, listos para matar en el nombre de Dios. Las iglesias también se han beneficiado enormemente al mantener a la raza humana en el miedo y la incertidumbre, al igual que los tecnócratas de hoy amenazan con matar a cualquiera que se resista a los Nuevos Dioses.

El Antiguo Testamento está lleno de atrocidades y el Islam odia a los infieles. El sacrificio de ovejas no es nada nuevo. Es extraño, nadie, nunca, ninguna de las iglesias, durante milenios, ha buscado mostrar a los fieles la vida después de la muerte, centrándose únicamente en la vida terrenal.

¿Era esta FE tan incierta? ¿O tal vez el problema es que esa partícula de divinidad que yace en cada uno de nosotros no muere, independientemente de cómo haya vivido su vida material?

De la guerra entre las élites emerge una brecha de conciencia cada vez más amplia. Los pocos, aprovechándose del milagro de la creación, han descarriado a la raza humana. RAZA HUMANA LEVÁNTATE DE RODILLAS. La liberación no está ni en la religión ni en la tecnología, está en nuestra conciencia colectiva.